Pitido Final. El Guly gana 3-2 y las esperanzas cernidas sobre La Bruja parecían esfurmarse. Las dos primeras victorias ante Kiwi y Tony habían perdido cotización frente a estas nuevas derrotas ante Kaki y el ya mencionado Guly. La liguilla tenía a Vaca como puntero indiscutible con 3 victorias y un peleado segundo puesto entre la revelación Mariano y el experimentado tricampeón Kakito. Pero la gesta empezaba a obrarse y aún quedaba mucha tela para cortar.
Lo que hasta entonces era una estrepitosa decepción (hasta con predicciones anticipadas de eliminación) de Tony comenzó lentamente a convertirse en recuperación asombrosa, culminándola con una brillante victoria 4-3 sobre Kaki en el que fue el mejor partido del torneo. Con esta derrota, ambos contricantes quedaban expectantes frente a una eventual clasificación. La contracara de esto fue Mariano que empezó a ceder puntos en partidos no menos complicados. Una goleada 3-0 sobre el cómodo líder, Vaca, ponía a la Bruja nuevamente en carrera.
Un triple empate en el segundo lugar (Bruja, Kaki y Tony) y Mariano con un punto y un partido menos ponían el torneo más caliente que nunca. Lamentablemente a la Pantera no le alcanzó y queda afuera del desempate por un punto.
El emparejamiento de semifinales (triangular de desempate) daba como primer partido a Tony y Bruja. El partido era cerrado hasta que, en tiempo extra Larsson conectó de cabeza un centro del desequilibrante Messi para sellar el partido. El siguiente partido vs. Caquito había emepzado con un 2-0 para la Bruja, pero el campeón reinante (hasta ese entonces, puto) hizo pesar su chapa y empató 2-2. Sobre el final, tiempo extra nuevamente e historia repetida. Centro de Messi, gol de Larsson de cabeza. Por la ventana del último minuto La Bruja estaba en la final frente al autodenominado "campeón sin corona", Vaca.
De la final no vale hacer comentarios más que el hecho de haber sido un partido trabado, duro, dominado más por los nervios que por el buen juego. Seedorf (para Vaca) abrió el partido con un zapatazo de afuera del área promediando el segundo tiempo. Minutos más tarde, fórmula conocida. Messi se escapa de la marca personal de Maldini, centra y Larsson, mítico, de cabeza estampa el 1-1. Era el tiempo de los penales.
Alternábamos gol y gol hasta el 3º penal en el que el puto amargo de Deco, yerra dándole una ventaja ¿decisiva? a Vaca. Último Penal. Si Vaca mete, ganaba el partido. Tensión en el ambiente. A un penal de la gloria. Sudor. Nervios. Expectativa. Afuera. Alivio. Cargadas. Amargura. Pechofriísmo. Serie de uno. Gol de la Bruja, gol de Vaca. Gol de la Bruja, gol de Vaca. Patea Silvinho, afuera. Otra vez la chance. El fútbol siempre da revancha. Los nervios se sienten a flor de piel. Ya no había forma de que erre un segundo penal decisivo. Era la victoria a tan sólo un botón. Afuera. Sí, Afuera. El golpe tocó a Vaca. El ambiente parecía el estadio Maracaná. Había que seguir. El siguiente penal, Edmilson. Gol. Patea Vaca. El vuelo eterno e inmemorial de Víctor Valdés hacia su izquierda y abajo sentencia inapelablemente el resultado final.
BRUJA, NUEVO CAMPEÓN DEL WINI
No hay comentarios.:
Publicar un comentario