30.11.05

MOMENTO CULTURAL

Gente amiga, quiero compartir con uds. un cuento del Sr. EDUARDO SACHERI, llamado "Me van a tener que disculpar". Se que es UN POCO LARGO, pero les aseguro que vale la pena. Abajo de todo les dejo un link donde pueden bajarse el cuento en un archivo de audio. Ahi va...



Me van a tener que disculpar. Yo sé que un hombre que pretende ser una persona de bien debe comportarse según ciertas normas, aceptar ciertos preceptos, adecuar su modo de ser a determinadas estipulaciones aceptadas por todos. Seamos más explícitos. Si uno quiere ser un tipo coherente debe medir su conducta, y la de sus semejantes, siempre con la misma idéntica vara. No puede hacer excepciones, pues de lo contrario bastardea su juicio ético, su conciencia crítica, su criterio legítimo.
Uno no puede andar por la vida reprobando a sus rivales y disculpando a sus amigos por el solo hecho de serlo. Tampoco soy tan ingenuo como para suponer que uno es capaz de sustraerse a sus afectos y a sus pasiones, que uno tiene la idoneidad como para sacrificarlos en el altar de una imparcialidad impoluta. Digamos que uno va por ahí intentando no apartarse demasiado del camino debido, tratando de que los amores y los odios no le trastoquen irremediablemente la lógica.
Pero me van a tener que disculpar, señores. Hay un tipo con el que no puedo. Y ojo que lo intento. Me digo: no puede haber excepciones, no debe haberlas. Y la disculpa que requiero de ustedes es todavía mayor, porque el tipo del que hablo no es un benefactor de la humanidad, ni un santo varón, ni un valiente guerrero que ha consolidado la integridad de mi patria. No, nada de eso. El tipo tiene una actividad mucho menos importante, mucho menos trascendente, mucho más profana. Les voy adelantando que el tipo es un deportista. Imagínense, señores. Llevo escritas doscientas sesenta y tres palabras hablando del criterio ético y sus limitaciones, y todo por un simple caballero que se gana la vida pateando una pelota.
Ustedes podrán decirme que eso vuelve mi actitud todavía más reprobable. Tal vez tengan razón. Tal vez por eso he iniciado estas líneas disculpándome.
No obstante, y aunque tengo perfectamente claras esas cosas, no puedo cambiar mi actitud. Sigo siendo incapaz de juzgarlo con la misma vara con la que juzgo al resto de los seres humanos. Y ojo que no sólo no es un pobre muchacho saturado de virtudes. Tiene muchos defectos. Tiene tal vez tantos defectos como quien escribe estas líneas, o como el que más. Para el caso es lo mismo. Pese a todo, señores, sigo sintiéndome incapaz de juzgarlo. Mi juicio crítico se detiene ante él, y lo dispensa.
No es un capricho, cuidado. No es un simple antojo. Es algo un poco más profundo, si me permiten calificarlo de ese modo. Seré más explícito. Yo lo disculpo porque siento que le debo algo. Le debo algo y sé que no tengo forma de pagárselo. O tal vez ésta sea la peculiar moneda que he encontrado para pagarle. Digamos que mi deuda halla sosiego en este hábito de evitar siempre cualquier eventual reproche.
El no lo sabe, cuidado. Así que mi pago es absolutamente anónimo. Como anónima es la deuda que con él conservo. Digamos que él no sabe que le debo, e ignora los ingentes esfuerzos que yo hago una vez y otra por pagarle.
Por suerte o por desgracia, la oportunidad de ejercitar este hábito se me presenta a menudo. Es que hablar de él, entre los argentinos, es casi uno de nuestros deportes nacionales. Para ensalzarlo hasta la estratosfera, o para condenarlo a la parrilla perpetua de los infiernos. Los argentinos gustamos, al parecer, de convocar su nombre y su memoria. Ahí es cuando yo trato de ponerme serio y distante, pero no lo logro. El tamaño de mi deuda se me impone. Y cuando me invitan a hablar prefiero esquivar el bulto, cambiar de tema, ceder mi turno en el ágora del café a la tardecita. No se trata tampoco de que yo me ubique en el bando de sus perpetuos halagadores, nada de eso. Evito tanto los elogios superlativos y rimbombantes como los dardos envenenados y traicioneros. Además con el tiempo he visto a más de uno cambiar del bando de los inquisidores al de los plañideros aplaudidores, y viceversa, sin que se les mueva un pelo. Y ambos bandos me parecen absolutamente detestables, por cierto.
Por eso yo me quedo callado, o cambio de tema. Y cuando a veces alguno de los muchachos no me lo permite, porque me acorrala con una pregunta directa, que cruza el aire llevando específicamente mi nombre, tomo aire, hago como que pienso y digo alguna sandez al estilo de Y, no sé, habría que pensarlo o tal vez arriesgo un; vaya uno a saber, son tantas cosas para tener en cuenta. Es que tengo demasiado pudor como para explayarme del modo en que aquí lo hago. Y soy incapaz de condenar a mis amigos al tórrido suplicio de escuchar mis argumentos y mis justificaciones para ellos.
Por empezar les tendría que decir que la culpa de todo la tiene el tiempo. Sí, como lo escuchan, el tiempo. El tiempo que se empeña en transcurrir, cuando a veces debería permanecer detenido. El tiempo que nos hace la guachada de romper los momentos perfectos, inmaculados, inolvidables, completos. Porque si el tiempo se quedase ahí, inmortalizando a los seres y a las cosas en su punto justo, nos libraría de los desencantos, de las corrupciones, de las ínfimas traiciones tan propias de nosotros, los mortales.
Y en realidad es por ese carácter tan defectuoso del tiempo que yo me comporto como la hago. Como un modo de subsanar, en mis modestos alcances esas barbaridades injustas que el tiempo nos hace. En cada ocasión en la que mencionan su nombre, en cada oportunidad en la cual me invitan al festín de adorarlo y denostarlo, yo me sustraigo a este presente absolutamente profano, y con la memoria que el ser humano conserva para los hechos esenciales me remonto a ese día, al día inolvidable en el que me vi obligado a sellar este pacto que, hasta el presente, he mantenido en secreto. Digamos que mi memoria es el salvoconducto para volver el tiempo al lugar cristalino del que no debió moverse, porque era el exacto lugar en que merecía detenerse para siempre, por lo menos para el fútbol, para él y para mí.
Porque la vida es así, a veces se combina para alumbrar momentos como ése. Instantes después de los cuales nada vuelve a ser como era. Porque no puede. Porque todo ha cambiado demasiado. Porque por la piel y por los ojos nos ha entrado algo de lo cual nunca vamos a lograr desprendernos. Esa mañana habrá sido como todas. El mediodía también. Y la tarde arranca, en apariencia, como tantas otras. Una pelota y veintidós tipos. Y otros millones de tipos comiéndose los codos delante de la tele, en los puntos más distantes del planeta.
Pero ojo, que esa tarde es distinta. No es un partido. Mejor dicho: no es sólo un partido. Hay algo más. Hay mucha rabia, y mucho dolor, y mucha frustración acumulada en todos esos tipos que miran la tele. Son emociones que no nacieron por el fútbol. Nacieron en otro lado. En un sitio mucho más terrible, mucho más hostil, mucho más irrevocable. Pero a nosotros, a los de acá, no nos cabe otra que contestar en una cancha, porque no tenemos otro sitio, porque somos pocos, estamos solos, porque somos pobres. Pero ahí está la cancha, el fútbol, y son ellos o nosotros. Y si somos nosotros el dolor no va a desaparecer, ni la humillación ha de terminarse. Pero si son ellos. Ay, si son ellos. Si son ellos la humillación va a ser todavía más grande, más dolorosa, más intolerable. Vamos a tener que quedarnos mirándonos las caras, diciéndonos en silencio;te das cuenta, ni siquiera aquí, ni siquiera esto se nos dio a nosotros.
Así que están ahí los tipos. Los once tuyos y los once de ellos. Es fútbol, pero es mucho más que fútbol. Porque cuatro años es muy poco tiempo como para que te amaine el dolor y se te apacigüe la rabia. Por eso no es sólo fútbol.
Y con semejantes antecedentes de tarde borrascosa, con semejante prólogo de tragedia, va ese tipo y se cuelga para siempre del cielo de los nuestros. Porque se planta enfrente de los contrarios y los humilla. Porque los roba. Porque delante de sus ojos los afana. Y, aunque sea, les devuelve ese afano por el otro, por el más grande, por el infinitamente más enorme y ultrajante. Porque aunque nada cambie allá están ellos, en sus casas y en sus calles, en sus pubs, queriéndose comer las pantallas de pura rabia, de pura impotencia de que el tipo salga corriendo mirando de reojito al árbitro que se compra el paquete y marca el medio.
Hasta ahí, eso sólo ya es historia. Ya parece suficiente. Porque le robaste algo al que te afanó primero. Y aunque lo que él te robó te duele más, vos te regodeás porque sabés que esto, igual, le duele. Pero hay más. Aunque uno desde acá diga ;bueno, es suficiente, me doy por hecho, hay más. Porque el tipo, además de piola es un artista. Es mucho más que los otros.
Arranca desde el medio, desde su campo, para que no queden dudas de que lo que está por hacer no lo ha hecho nadie. Y aunque va de azul, va con la bandera. La lleva en una mano, aunque nadie la vea. Empieza a desparramarlos para siempre. Y los va liquidando uno por uno, moviéndose al calor de una música que ellos, pobres giles, no entienden. No sienten la música, pero van sintiendo un vago escozor, algo que les dice que se les viene la noche. Y el tipo sigue adelante. Para que empiecen a no poder creerlo. Para que no se lo olviden nunca. Para que allá lejos los tipos dejen la cerveza y cualquier otra cosa que tengan en la mano. Para que se queden con la boca abierta y la expresión de tontos, pensando que no, que no va a suceder, que alguno lo va a parar, que ese morochito vestido de azul y de argentino no va a entrar al área con la bola mansita a su merced, que alguien va a hacer algo antes de que le amague al arquero y lo sortee por afuera, de que algo va a pasar para poner en orden la historia y las cosas sean como Dios y la reina mandan, porque en el fútbol tiene que ser como en la vida, donde los que llevan las de ganar ganan, y los que llevan las de perder pierden. Se miran entre ellos y le piden al de al lado que los despierte de la pesadilla. Pero no hay caso, porque ni siquiera cuando el tipo les regala una fracción de segundo más, cuando el tipo aminora el vértigo para quedar de nuevo bien parado de zurdo, ni siquiera entonces van a evitar entrar en la historia como los humillados, los once ingleses despatarrados e incrédulos, los millones de ingleses mirando la tele sin querer creer lo que saben que es verdad para siempre, porque ahí va la bola a morirse en la red para toda la eternidad, y el tipo va a abrazarse con todos y a levantar luego los ojos hacia el cielo. Y hace bien en mirar al cielo, porque no sé si sabe, pero ahí están todos, todos los que no pueden mirarlo por la tele ni comerse los codos.
Porque el afano estaba bien, pero era poco. Porque el afano de ellos era demasiado grande. Así que faltaba humillarlos por las buenas. Inmortalizarlos para cada ocasión en que ese gol volviese a verse una vez y otra vez y para siempre en cada rincón del mundo. Ellos volviendo a verse una y mil veces hasta el cansancio en las repeticiones incrédulas. Ellos pasmados, ellos llegando tarde al cruce, ellos viéndolo todo desde el piso, ellos hundiéndose definitivamente en la derrota, en la derrota pequeña y futbolera y absoluta y eterna e inolvidable. Así que, señores, lo lamento. Pero no me jodan con que lo mida con la misma vara con la que suponen debo juzgar a los demás mortales. Porque yo le debo esos dos goles a Inglaterra. Y el único modo que tengo de agradecérselo es dejarlo en paz con sus cosas. Porque, ya que el tiempo cometió la estupidez de seguir transcurriendo, ya que optó por acumular un monton de presentes vulgares ensima de ese presente perfecto, al menos yo debo tener la honestidad de recordarlo para toda la vida. Yo conservo el deber de la memoria.

ACA PARA BAJAR EL CUENTO LEIDO POR ALEJANDRO APO

ULTIMO MOMENTO: Messi a River!


Esto hubieren exclamado los principales titulares de los diarios argentinos más importantes, también españoles, entre muchos otros, en este último febrero de 2005.

La Historia es la siguiente:

Mientras River se preparaba para competir un año más la "Copa", se encontraba con un grave problema: Cómo reemplazar a Maxi "El tanque" Lopez.
Tras los frustrados intentos (?) de repatriar al Burro, que se coronoba campeon con otra camiseta, un haz de luz iluminó la mente del tan ganador (?) actual presidente millonario. Casi por inspiración divina, revelación celestial o fruto de una nueva y brillante idea de la mente de José María Aguilar para demostrarle a sus contrincantes presidenciales que Edgard Davids no es necesario, y que él es capaz de todo... hasta de traer a la jovén promesa argentina: LIONEL MESSI.


Cómo podia Aguilar cumplir su cometido?
Muy fácil: valuando los centenares de goles, los potentes cabezazos (?), la potencia y velocidad, el compañerismo, la generosidad y la facha del Rubio Maxi "pantzer" Lopez.
TODO esto lo cambiamos por Lionel....SISI!! MAXI X LIONEL....MESSI X LOPEZ...y NADA MAS!!

¡¡realmente un negoción!!


...debemos aclarar que los españoles son pelotudos pero no tanto...

...creo que se habran dado cuenta cuál es el final de la historia...

29.11.05

FELIZ CUMPLE GULY!!


....AVQS le desea lo mejor al Guly en su día...








28.11.05

Lo que hay que hacer por una copa mas...

Ya es costumbre escuchar vanagloriarse a hichas de la localidad de Avellaneda sobre su Reinado Mundial en copas internacionales.
Pero también se está haciendo costumbre verlos disimular su sufrimiento al encontrarse equipos europeos como el Real Madrid y el Milan que se acercan cada vez mas a esa antigua vidriera de copas con telarañas.
Y lo que mas se escucha son las criticas, CON MUCHA RAZON, al equipo del barrio residencial a orillas del Riachuelo, por su "copa" Rey Faad.

Pero luego de 10 años sin copas, sin posibilidades de trofeos, sin esperanzas de dar vueltas olimpicas, pero con la memoria siempre fresca para recordar esos prehistoricos triunfos, se encontraron con la posibilidad de escaparse del pelotón que los segundea en copas... se preguntaran cómo:
Hace mas de 30 años, en la epoca en la que el Rojo era un equipo, le ganó al Colo Colo y se le abrieron las puertas para jugar la Final Interamericana contra el ganador de la Copa de Campeones de la Concacaf, que en ese entonces, era un equipito de Surinam ya que los poderosos (?) equipos norteamericanos se dieron de baja.
Como no habia fecha, el partido se postergó... pero los honestos dirigentes rojos decidieron prestarle la copa al equipo de la ex-colonia holandesa para que la exhibieran a su publico... pero los muy boludos no sabian que la copa nunca volveria....(este es el momento en el que hay q reirse)..y eso q la reclamaron eh!!

AHORA, MAS DE 30 AÑOS DESPUES, un equipo dispuesto a renovarse luego de la salida del equipo de Traidores, busca una copa mas que los aleje como Reyes...la fecha es en febrero y, por las dudas, juegan de local.

...que juegue el bocha.....

27.11.05

DEL PIERO

Ayer, 26 de noviembre, se cumplieron 9 años del gol de Del Piero en Japón.


22.11.05

AVQS INVESTIGA: "Te Descubrimos"

Luego de una exaustiva búsqueda en la cual se han barajado de las mas diversas y hasta incluso imaginativas hipotesis, hemos encontrado al autor de una barbarie, al creador de una interminable guerra que mantuvo por el piso durante un tiempo la tan popular imagen de nuestro amigo (?) Bruno "el Negro" Bonoris.

En una entrevista con AVQS, Mr. Msn nos comentó su profundo dolor por este inigualable hecho en su empresa y prometió asistir el 17 de diciembre acompañado de emoticones al cumpleaños de la víctima para compensar el accidente.

La culpable se autodenominaba "Mandril" y siempre comenzaba sus siniestras (gracias palito) conversaciones con la inolvidable frase: "soy Mandril, Tememe".
Sus defensores alegan que la imputada fue victima de acoso sexual y engaño. Todo comenzó luego de que Bruno haya abandonado la relacion amorosa que mantenian por otra mujer, por lo que ella se vio forzada a reclamar LO que le pertenecia a los gritos de: "la del negro es mia, se la como todo el dia".

AVQS intentó vanamente comunicarse con Bruno, pero este solo contestó: "Loco, nunca te fumaste un pinito??".

Hoy los dias son mas tranquilos para Paloma...hoy puede "volar" en libertad...pero Mandril sigue prometiendo venganza...


Mandril, luego de uno de sus ataques

18.11.05

Nueva Dupla

Asi como existieron famosísimos sociedades que iluminaron de felicidad al mundo entero, excelentes dúos futbolístico que a lo largo de la historia compusieron originales melodias que solo ellos supieron interpretar.
Figuras tales como Batistuta-Caniggia, Chelito Delado-Figueroa, Romario-Bebeto, SA-ZA (Salas-Zamorano),TO-DI (Tony-Dible), Furios-Pena (Vaca-Kiwi)...
...hoy se puede hablar de una nueva, que yo me atrevo a denominar FA-FA...

Pura humildad, mucho gol y como diria el Bichi Fuertes: "POTENCIA Y GENEROSIDAD"


Falcao - Farías

15.11.05

y bueh..es jugador de futbol!

El Chipi nos llena de cultura...

3.11.05

PEKERMAN, DELORTE ES ARGENTINO (?)

Debido a sus últimas actuaciones en Gimnasia (LP), Delorte pide a gritos (como se observa en al foto), la 9 celeste y blanca. Si en algun momento, hubo chance para Palermo, Cruz o Esnaider, porque no una chance al de bahia.

"Yo, IDOLO de River, obviamente, solo juego en el millo"

En Argentina, sólo jugaría en el Rojo...










2.11.05

MADURA UN GULY


Chicas fiesteras, chicas descontroladas, chicas borrachas......las chicas nos dicen: "MADURA UN GULY"


2 DE NOVIEMBRE-DIA DE LOS MUERTOS


MSN DE FERNANDO MARIN

Trabajando de cadete, me toco ir al otro dia a una empresa llamada BLANQUICELESTE S.A. Tenia que entregarle una carta personal a su presidente, Fernando Marin. Entro a la oficina, y no habia nadie (debia estar subiendole la moral a sus empleados, que ultimamente no estan "trabajando" muy bien) y me dio por curiosidad ver la computadora y vi que staba el MSN prendido de este señor. Les muestro una foto con todos los contactos. (hagan zoom)